miércoles, 21 de mayo de 2008

En la entrada anterior hablaba de un complemento (Bolso de Hermès) al que se había dado nombre de un personaje conocido (Jane Birkin), teniendo un momento protagónico en la serie Sexo en NY. Pero si hay un complemento que ha tenido un protagonismo decisivo a lo largo de las 6 temporadas, esos han sido los zapatos, vicio confeso de Carrie, la Imelda Marcos del mundo de la televisión (Aunque con menos dinero).


Sus pies los han calzado Jimmy Choo, Christian Loboutin y por supuesto, el canario Manolo Blanhik (Llegado al mundo de los zapatos de la mano de Diana Vreeland nada menos- mítica editora de Vogue y Harper´s Bazar), que ha visto como la serie le daba una publicidad enorme y ¿Gratuita 100%? a sus ya codiciados "manolos".
1.Zapatos de Loboutin en rosa
2-Zapatos en dos colores de Loboutin
3-Manolos blancos
4-Manolos blancos en sandalia


Los miles de "manolos" de Carrie (Cuyos desorbitados precios desequilibran sus cuentas bancarias), han tenido sus momentos estelares, como el atracador que encuentra caminando por las calles de Manhattan que la deja descalza o el hallazgo de las bailarinas "manolos" en el almacén de la revista "Vogue". Pero sin duda el más destacable, el capítulo que gira enterito en torno a un par de estos zapatos de valor de 400 euros: "El derecho de una mujer a elegir su calzado".
He empezado hablando de complementos con nombre de musa y he terminado hablando de zapatos y Sexo en NY... ¿Me he ido por las ramas? Pues no, y es que Manolo Blanhik debe estarle tan agradecido a Carrie que le ha dedicado un par de sus zapatos: "The SJP" (Sarah Jessica Parker), por si sus perfumes le saben a poco.
En Blow up, David Hemmings se permitió el lujo de rechazar a Jane Birkin como musa. A partir de tal momento, debería haberse convertido en el hombre-recordado-como-el-más-tonto-de-la-historia... pero para su fortuna (¿Desgracia?) puede decir que la culpa fue del guión. Quien decidió no rechazarla fue, Gainsborough aparte, Jean Louis Dumas, presidente de Hermès.

Dumas se encontró con Birkin en un avión, y le preguntó por la razón por la cual la actriz-bohemia-cantante-musa llevaba un enorme bolso de paja. Ella le respondió que no encontraba ningún bolso lo suficientemente grande para meter todo lo que necesitaba y que además fuera fácil de abrir... de esa conversación, nació el Birkin, el más buscado de la firma, y nació dedicado a ella, que no contenta con inspirar canciones, también se apuntaba a musa de bolsos. Este último honor lo ostenta en soledad, pues su competidora en popularidad dentro de esta modalidad es Grace Kelly... ¡ah! Pero el Kelly fue nombrado DESPUÉS de ser ya conocido.
El Birkin nació, digno retoño de su progenitora, con vocación de artista. Se convirtió en la guest star de uno de los capítulos de Sexo en Nueva York, en el que Samantha se enamora de un ejemplar en rojo, y se aprovecha de ser la representante de la actriz Lucy Liu para colarse en la lista de espera y conseguirlo.



¿Y qué es eso de la lista de espera? Pues lógica económica: la producción de Birkins es muy inferior a la demanda, eso hace que las clientas se tiren de los pelos en una lista de espera para conseguirlo, y los 6000 euros estipulados para su precio alcancen cifras desorbitadas para "acelerar" el proceso.
En esta tesitura hay que admirar el talento de Victoria Beckham para adelantar números en esa famosa lista de espera, pues los tiene en todos los modelos y colores.




Al resto de mortales, siempre nos quedarán las imitaciones de Blanco...