miércoles, 21 de mayo de 2008

En Blow up, David Hemmings se permitió el lujo de rechazar a Jane Birkin como musa. A partir de tal momento, debería haberse convertido en el hombre-recordado-como-el-más-tonto-de-la-historia... pero para su fortuna (¿Desgracia?) puede decir que la culpa fue del guión. Quien decidió no rechazarla fue, Gainsborough aparte, Jean Louis Dumas, presidente de Hermès.

Dumas se encontró con Birkin en un avión, y le preguntó por la razón por la cual la actriz-bohemia-cantante-musa llevaba un enorme bolso de paja. Ella le respondió que no encontraba ningún bolso lo suficientemente grande para meter todo lo que necesitaba y que además fuera fácil de abrir... de esa conversación, nació el Birkin, el más buscado de la firma, y nació dedicado a ella, que no contenta con inspirar canciones, también se apuntaba a musa de bolsos. Este último honor lo ostenta en soledad, pues su competidora en popularidad dentro de esta modalidad es Grace Kelly... ¡ah! Pero el Kelly fue nombrado DESPUÉS de ser ya conocido.
El Birkin nació, digno retoño de su progenitora, con vocación de artista. Se convirtió en la guest star de uno de los capítulos de Sexo en Nueva York, en el que Samantha se enamora de un ejemplar en rojo, y se aprovecha de ser la representante de la actriz Lucy Liu para colarse en la lista de espera y conseguirlo.



¿Y qué es eso de la lista de espera? Pues lógica económica: la producción de Birkins es muy inferior a la demanda, eso hace que las clientas se tiren de los pelos en una lista de espera para conseguirlo, y los 6000 euros estipulados para su precio alcancen cifras desorbitadas para "acelerar" el proceso.
En esta tesitura hay que admirar el talento de Victoria Beckham para adelantar números en esa famosa lista de espera, pues los tiene en todos los modelos y colores.




Al resto de mortales, siempre nos quedarán las imitaciones de Blanco...

1 comentario:

Ángel Rodríguez dijo...

y no será que Victoria compra uno y lo tiñe eternamente?
algo así como Marge Simpson con aquel vestido?